Carta del presidente

El gas natural ha seguido siendo protagonista principal de los mercados energéticos en 2023. Superada la crisis de precios de los dos años anteriores, se ha reducido notablemente la percepción de posible escasez de suministro y los precios han iniciado una evolución hacia la normalización y estabilización, si bien a niveles superiores a los previos a la crisis.

En el mercado europeo se han dado tres hechos fundamentales. En primer lugar, la reacción de los gobiernos, adoptando medidas de reducción de la demanda, mantenimiento de reservas en niveles altos y diversificación de los suministros, lo que ha contribuido a evitar la escasez previsible, una vez que se redujeron los suministros por gasoducto de origen ruso. En segundo lugar, la ampliación de la capacidad de recepción y regasificación de GNL -mediante la instalación en un plazo muy corto de plantas de regasificación flotantes y el inicio de otras en tierra- ha permitido sustituir una parte importante de los suministros por gasoducto, de forma que el volumen del mercado mundial de GNL ha aumentado – y sigue aumentando – y cobra una importancia decisiva en el futuro inmediato y a medio plazo. Por último, los suministros de gas ruso se han reducido, pero no se han suprimido totalmente. A pesar de las sanciones impuestas formalmente, Europa ha debido apoyarse en el gas ruso para asegurar el balance anual de gas, sobre todo en la temporada invernal.

Los precios en Europa se han ido situando en niveles soportables para las economías europeas, pero bastante por encima de los niveles previos a los dos años de crisis. De precios por debajo de 20 €/MWh entre 2014 y 2020 se ha pasado a un rango de entre 28 y 35 €/MWh en los últimos meses. A este aumento han contribuido tres razones fundamentales. La primera, la posición negociadora de los países suministradores se ha visto fortalecida por la desaparición (parcial) del suministro ruso por gasoducto. En segundo lugar, el mayor cambio en los aprovisionamientos europeos es el suministro creciente de EEUU, primer productor mundial, que se convierte en uno de los primeros suministradores a Europa, aunque a precios más altos, por encima de los niveles de equilibrio (breakeven) de los productores de fracking, lo que, si bien asegura un suministro esencial para los compradores europeos, fortalece el dominio norteamericano sobre el mercado europeo de gas natural. Finalmente, el incremento de la demanda de GNL ha presionado al alza los precios en ese mercado.

Todo esto tiene un impacto indudable en el mercado español. Además del impacto vía precios sobre empresas y familias, la demanda se ha resentido, y el recurso al gas para generación eléctrica se ha reducido, por el menor dinamismo de la demanda industrial y por el incremento de la generación de electricidad de origen renovable, con la consiguiente reducción del hueco térmico. La diversificación de los suministros sigue siendo alta, con Estados Unidos, Argelia, Nigeria y Rusia como principales proveedores.

Sin embargo, la demanda en el sector residencial, a pesar de haberse contraído, como consecuencia del incremento de precios y de la reducción de la renta disponible, mantiene un cierto vigor, pues no es de fácil sustitución a corto ni a medio plazo, a pesar de las directrices políticas, tanto a escala nacional como europea. Directrices que no son muy coherentes con la realidad de este sector. Además, aún hay margen para crecer por sustitución de otros combustibles más contaminantes.

En este contexto, Madrileña Red de Gas sigue creciendo en puntos de suministro, con tasas superiores a las del resto del sector. Aunque este crecimiento orgánico es estructuralmente limitado, los resultados económicos siguen mostrando la solidez de años anteriores, y son una base muy positiva para el desarrollo futuro de la Compañía.

Como en los últimos años, los retos más importantes a que nos enfrentamos tienen su origen en la regulación del sector y en la legislación que desarrolla la política climática europea y española

Como en los últimos años, los retos más importantes a que nos enfrentamos tienen su origen en la regulación del sector y en la legislación que desarrolla la política climática europea y española.

La política climática europea se orienta, en lo relativo al sector del gas, a fomentar el desarrollo de los gases renovables y del hidrógeno, en detrimento del gas natural como vector energético básico y a incrementar la electrificación de la economía, apoyándose en la generación de electricidad de origen renovable. Esta orientación representa la superación de una etapa en la que el gas se percibía como uno más de los combustibles fósiles a eliminar de las matrices energéticas de los países comprometidos con las políticas de Kyoto.

El PNIEC, en su última versión, prevé una reducción de la demanda de gas natural a 2030 del 10% en el sector residencial y del 20% en el sector industrial. En cuanto al consumo de gas para generación eléctrica, el descenso previsto es drástico, pues se prevé que, manteniendo el mismo parque generador, el factor de carga pase del 25 % al 7%, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad de estas previsiones y sobre las hipótesis subyacentes.

Las dificultades para alcanzar los objetivos de reducción de la demanda de gas natural a 2030 son, pues, considerables. Tanto los gases renovables como el hidrógeno tienen sus condicionantes para alcanzar un desarrollo apreciable. En otras palabras, mientras las políticas de fomento consiguen resultados significativos, apoyando, entre otras cosas, la madurez técnica y económica de las infraestructuras pertinentes, el gas natural sigue siendo el combustible fósil de referencia, por la madurez tecnológica de las infraestructuras que precisa, por su abundancia, su precio asequible y por las ventajas ambientales en comparación con el carbón o los productos del petróleo.

El biogás y el biometano son, por definición, opciones de transición, en espera de que la tecnología del hidrógeno alcance la madurez necesaria para que su uso se generalice, aunque puedan mantener una cuota de suministro a futuro. En este sentido, la cuestiones clave son dos: la economía relativa del hidrógeno frente a opciones eléctricas, y la adaptación de las redes existentes al hidrógeno, partiendo de que éste será la opción final de la transición. Entre tanto, será necesario subvencionar los proyectos de demostración y pilotos de producción y usos del hidrógeno, de producción de biogás y biometano.

En cualquier escenario, es fundamental tener en cuenta que las mismas redes que hoy transportan metano, de cualquier origen, son las que mañana deberán transportar biometano o hidrógeno. Esas redes, en el caso de MRG, están preparadas al 100% para ello

Sean cuales sean las contribuciones de cada categoría de gas a la cobertura de la demanda, España tiene ventajas competitivas para la producción de hidrógeno a precios asequibles. No pocas voces afirman que España es uno de los líderes en potencia en ese terreno. Esta visión debe ser matizada, sin embargo, mediante un análisis estrictamente realista de las posibilidades de uso del hidrógeno en el mercado interior y de la exportación de este gas, contando con las dificultades y los costes del transporte. La competencia por ocupar posiciones fuertes en el mercado del hidrógeno ya es perceptible.

La revisión del PNIEC, en curso cuando se escribe esta carta, es una oportunidad de mejorar las previsiones de producción y demanda de gas natural, de biogás y biometano, y de hidrógeno, apoyándose en escenarios realistas y contrastados con la visión de la industria y con el estado de las tecnologías relevantes en el sector.

En cualquier escenario, es fundamental tener en cuenta que las mismas redes que hoy transportan metano, de cualquier origen, son las que mañana deberán transportar biometano o hidrógeno. Esas redes, en el caso de MRG, están preparadas al 100% para ello. Ampliando el análisis a toda España, los costes de adaptación de las redes de distribución para suplir algunas limitaciones actuales, sobre todo en cuanto a caudales, son moderados, y perfectamente asumibles.

Madrileña Red de Gas dispone de una infraestructura capaz de canalizar combustibles renovables. Nuestras redes están preparadas para suministrar tanto hidrógeno verde como biogás, sin tener que alterar las condiciones del suministro. Los resultados del estudio CavendisH2, llevado a cabo por SEDIGAS y sus asociados, así lo demuestran. En este estudio se analiza la competitividad de los gases renovables y la inversión necesaria para adaptar las infraestructuras gasistas actuales, concluyendo que la inversión necesaria para adecuar las redes de transporte y distribuciones existentes para operar con hidrógeno sería de 2.334 millones de euros, cifra equivalente a tan solo un 6% de la retribución de los últimos 20 años a las empresas de transporte y distribución de gas natural.

En el campo de la movilidad, MRG ha sido pionera en el apoyo a la utilización del gas natural en vehículos, con una excelente aceptación, que se compara muy favorablemente, al menos hasta ahora, con los vehículos eléctricos, tanto por prestaciones y autonomía como por seguridad y precio

Pesando en el futuro del hidrógeno y en la necesidad de desarrollar proyectos que permitan aprender y preparar las bases del futuro escenario de base hidrógeno, Madrileña Red de Gas se ha posicionado en primera línea en proyectos innovadores como el proyecto Pryconsa (suministro de hidrógeno verde a casi un centenar de viviendas de nueva construcción, para su uso en calefacción y en agua caliente sanitaria), el proyecto Inspira Madrid (conseguir la descarbonización mediante hidrógeno verde de flotas de movilidad pública urbana, con una red de cinco hidrogeneras de acceso público, en una primera fase, que combinadas abastecerán vehículos ligeros y pesados, a un precio competitivo frente a alternativas fósiles convencional), o una planta de valorización de residuos ganaderos y agroindustriales y ha puesto en servicio la primera de calefacción doméstica que utiliza hidrógeno como combustible.

En el campo de la movilidad, MRG ha sido pionera en el apoyo a la utilización del gas natural en vehículos, con una excelente aceptación, que se compara muy favorablemente, al menos hasta ahora, con los vehículos eléctricos, tanto por prestaciones y autonomía como por seguridad y precio. Las hidrogeneras citadas son parte del enfoque de servicio integral al cliente para facilitar la adopción de soluciones prácticas maduras, con costes asequibles y con una notable reducción de emisiones.

Además de la política energética, MRG y todo el sector tienen que afrontar en el futuro más inmediato otros retos derivados de la regulación sectorial.

En primer lugar, la consolidación del actual modelo retributivo -el más adecuado para una red que aún debe crecer, porque la electrificación completa de los hogares no es viable en las condiciones actuales en gran parte de España. En segundo lugar, el reconocimiento de los costes, después de unos años de inflación extraordinariamente alta, que permita el mantenimiento de niveles de rentabilidad adecuados y en línea con los de otros países comparables, cuyas retribuciones, en todo caso, son superiores a las de España.

En tercer lugar, la eliminación de limitaciones a las instalaciones de calefacción residencial a gas, manteniendo la opcionalidad de los usuarios, que podrán elegir entre alternativas en función de su atractivo económico.

Madrileña Red de Gas demuestra a diario su compromiso con la descarbonización, y su interés en seguir invirtiendo en infraestructuras que pueden soportar las políticas energéticas
orientadas a los escenarios futuros más consistentes con la realidad de la industria y de la evolución de las tecnologías de producción y utilización de la energía, apoyando, por lo tanto, la seguridad de suministro. Todo ello, en un necesario diálogo permanente con las administraciones públicas y los reguladores.

Un año más, deseo expresar el agradecimiento de la compañía a los accionistas por su apoyo en este delicado y difícil contexto, así como su apoyo primordial en la consecución de nuestros objetivos estratégicos, base de los éxitos que esperamos lograr en el futuro. Asimismo, mostrar mi agradecimiento al equipo humano que forma parte de MRG, por su compromiso, esfuerzo y dedicación durante el año 2023, así como su confianza en nuestra visión de futuro. Agradecer también a nuestros clientes y proveedores, su fidelidad y confianza en nuestro proyecto.

Muchas gracias a todos ellos, que hacen que el éxito y la continuidad de nuestra compañía sea posible.

 

Pedro Mielgo

Presidente